sábado, 4 de julio de 2009

EDUARDO VALENTÍN (Huancayo)

LA ÉTICA DE LA COMUNICACIÓN VIRTUAL


Nos encontramos en una situación especial de la vida, quizás en los primeros pasos de una nueva etapa del desarrollo del hombre. Es el momento del primer gran quiebre en la naturaleza misma del hombre: época de la globalización económica, de la cultura y la digitalización de la comunicación. Por un lado, estamos en un estado de gran avance del conocimiento y la tecnología, que permitirá al hombre transformarse a sí mismo, producto de las técnicas de manipulación genéticas, que es la llave y fuente misma de la vida y por otro lado, tal conocimiento, ciencia e información se esparce a través de las redes de comunicación, generando una nueva construcción de la imagen del hombre, del entorno y de la representación de él en dicho espacio. Es un punto de inflexión relevante donde todo lo humano esta en juego, es una situación de tensión al interior de cada persona y que cuestiona a toda la humanidad, donde se experimentan grandes paradojas: mientras la comunicación esta al alcance de las personas, estas se sienten cada vez más solas, y a veces, somos presos de un sentimiento de marginalidad y de menosprecio comunicativo. Mientras aumenta el crecimiento de la economía mundial, crece aun más la iniquidad; mientras más cosas poseen las personas, éstas se siente infelices e insatisfechas; mientras la tecnología y las técnicas quieren facilitar y ordenar la vida, al parecer sólo logran aumentar la angustia y los miedos del ser humano y de toda la sociedad.

Ante este panorama, es cada vez más necesario centrar la “dignidad humana” como el elemento principal de reflexión ética para la acción de ser humano, y muy especialmente en todo el ámbito de LA COMUNICACIÓN. Por ello debemos entenderla como una oportunidad de “encuentro” con el otro, planteándonos una amplia gama de posibilidades de interacción en el ámbito social y cultural, porque es allí donde tiene su razón de ser, ya que es a través de ella como las personas logramos el entendimiento, la coordinación y la cooperación que posibilitan el crecimiento y desarrollo de las personas y las organizaciones. En este sentido, el correo electrónico no es sino la representación virtual del tradicional correo u otras formas de comunicación (relación: emisor-mensaje-receptor-emisor). Por cuestión de dignidad (bioética) todo mensaje debe ser contestado; porque sino se proyecta una imagen de arrogancia, petulancia o pedantería comunicativa. El silencio, frente a un mensaje remitido, hace que el emisor se sienta menospreciado o incomunicado. El ámbito especulativo o de incertidumbres crece y surgen preguntas propiciadoras de soledad angustiosa: ¿llegó el mensaje a su destino? ¿No le interesa mi mensaje? ¿La invitación cursada ha sido rechazada?... es decir, la incomunicación crece y se sobredimensiona.

Las relaciones que se dan entre los miembros de una organización se establecen gracias a la comunicación; en esos procesos de intercambio se asignan y se delegan funciones, se establecen compromisos, y se le encuentra sentido a ser parte de nuestras comunidades. ¿De qué otra manera se puede predecir e interpretar estos comportamientos comunicativos que propician metas individuales y grupales en un esfuerzo conjunto, de beneficio común, si no es a través de una comunicación motivada, consentida y eficaz? Por ello, por favor contesta mis mensajes, dame un signo de que me has leído. GRACIAS

EDUARDO VALENTÍN MUÑOZ

2 comentarios:

  1. Hola Eduardo Helsinki 06.07.2010

    Estas muy optimista en el momento cuando la primera potencia mundial USA esta nuevamente
    con ganas de ampliar sus actividades militares.
    Dos direcciones:

    Google: "Kilcullen Ecosystem Png" una esquema
    muy ilustrativa de los conflictos de baja intensidad.

    Google: "Gordon McCormick NPS Coin Diamond"

    el arquitecto de Sendero en Navy Postgraduate
    School Monterey California.

    desde Helsinki Finlandia
    lorenzo_huaraca@hotmail.com

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