miércoles, 27 de mayo de 2009

EL SILENCIO DE LOS JUSTOS

“EL SILENCIO DE LOS JUSTOS”


Para mi fue ver el teatro más honesto, experimental, los objetos alrededor y las velas daban una atmósfera de caverna, infierno, como que me llevaban a mágicos y remotos parajes de mi lado oscuro, del que brotan mis sensaciones de miedo, inseguridad, ira como un desequilibrio emocional.

Hace su aparición, este niño inocente que empieza a sentir, soñar recurrentemente como de una pesadilla, al despertar de sus miedos inconcientes y se asusta de lo que le está pasando, la presencia de su madre en ese momento es su salvación y lo protege en su regazo.

La aparición de este hombre que surge de las cavernas de la oscuridad es un ser humano; pero con el alma contaminada, pues el poder le lleva a ser dominante, por emociones negativas y explota a los demás hombres.

Cuando aparece el Dios Tunnupa ahora la atmósfera cambia, es una emoción mística, las velas tienen diferente significado, esa presencia del Dios es impresionante, deleitándonos con su música, viene a consolarlo.

Pero luego hay un círculo vicioso que este niño tiene que romper; esos silencios era un cuestionarse, de estar en expectativa de que va a pasar con él.

Canciones como Amanda hacen un paralelo en la vida del niño que me conmovió mucho y que tiene que ver con la obra, esta canción hermosa.

El niño al final es guiado por el Dios de la luz a otro espacio de conciencia, en el que se libera de sus miedos y los enfrenta en medio de su inocencia.

Esto me lleva a reflexionar sobre el equilibrio entre la luz y la sombra, pues siempre será un conflicto constante en el ser humano y solo hallará esa luz o serenidad cuando busque en el silencio de su interior su propio Dios.



Rocío (Laxión –Cuatrotablas)
Gracias

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