martes, 9 de junio de 2009

JUANCITO ARCOS (MIMO)

HISTORIA VERDADERA


Hace algunos años acepté firmar unos papeles y recibí una tarjeta metro. Después de algunas dudas comencé a utilizarla y me acostumbré a hacerlo. Todo marchaba bien pero en los últimos tiempos las cosas han cambiado, el banco que se hacía cargo de la financiación (Banco del Trabajo) fue absorbido por otro (Scotiabank) y este otro ha ingresado con sus reglas.
Una muestra: hice una compra con la tarjeta y en la fecha indicada saldé la deuda. Al mes siguiente recibí varias llamadas telefónicas instándome a pagar una deuda por 0.04 céntimos. Yo no sabía por qué. Acudí a una oficina del Scotiabank para indagar por el asunto y, bueno pues, pagar los 0.04 céntimos. Ahí me dijeron que ellos no atendían esos recibos, tenía que acudir a una oficina de Crediscotia. Como estaba en horas de trabajo decidí apurarme en resolver el asunto asi que tomé un taxi. En las oficinas de Crediscotia me cobraron los 0.04 céntimos y me aconsejaron que la próxima vez “no pague en las cajas de metro” sino en los centros “autorizados”. En resumen, gasté 16 soles en taxis para pagar los 0.04 céntimos. En ese momento no me importó, no quería tener problemas, menos con deudas, por muy minúsculas que sean, y me sentí aliviado, seguí con mi vida. Pero las cosas no terminaron ahí, acabo de recibir otro recibo en que me informan que debo 11.99 ¿el motivo? Pago atrasado de los 0.04 céntimos.
Como sé que no voy a poder lidiar con un banco, voy a pagar puntualmente ese recibo, voy a exigir que no quede ningún céntimo por pagar y voy a hacer pedacitos mi tarjeta metro, esa tarjeta del supermercado que alguna vez fue de capital peruano, y voy a aconsejar a mis amigos que la tengan que se deshagan de ella, y que, si pueden, no vayan a ese mercado.
Como tú eres mi amigo...


Juan Arcos

No hay comentarios:

Publicar un comentario